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El ROI del etiquetado digital en buffets se ha convertido en un argumento de peso para muchos hoteles que buscan eficiencia y rentabilidad. Lo que antes parecía una innovación lejana, hoy es una solución práctica que permite ahorrar costes, optimizar la operativa y mejorar la experiencia del huésped.

¿Por qué hablar del ROI en el buffet de un hotel?

El buffet es uno de los servicios más valorados por los huéspedes, pero también uno de los más exigentes en términos operativos. Cada día se repiten tareas que, aunque pequeñas, suman un gran coste:

  • Materiales impresos: papel, tinta, plastificado y soportes.
  • Tiempo del personal: horas dedicadas a imprimir, recortar y reemplazar carteles.
  • Errores y confusiones: información desactualizada que puede generar quejas o incluso problemas legales por alérgenos.

Cuando sumamos todo esto, descubrimos que el retorno de invertir en digitalización no solo es posible, sino necesario.

Los costes ocultos de la cartelería manual

Un hotel de 200 habitaciones suele necesitar de media unas 120 etiquetas para cubrir todos los platos de su buffet. Antes de digitalizar, eso significaba imprimir, plastificar, colocar y retirar esas etiquetas hasta 3 veces al día (desayuno, almuerzo y cena). En total, hablamos de más de 10.000 etiquetas manipuladas al mes.

Además de los materiales (papel, tinta, plastificado, soportes), este proceso supone entre 30 y 45 minutos de trabajo por servicio. Traducido a un mes, son más de 45 horas de personal dedicadas exclusivamente a cartelería. En un sector donde cada minuto y cada euro cuentan, este esfuerzo constante se convierte en un coste oculto que erosiona la rentabilidad.

Cómo el etiquetado digital cambia las reglas

La digitalización transforma por completo la gestión del buffet. Con soluciones como Buffetsmart, los cambios se realizan desde un panel centralizado en segundos, sin necesidad de imprimir ni plastificar. Entre los beneficios más destacados:

  • Ahorro de tiempo: el equipo de F&B recupera entre 30 y 45 minutos al día.
  • Reducción de costes: se eliminan materiales, impresiones y reprocesos.
  • Mayor agilidad: menús especiales, cambios de última hora y actualizaciones de alérgenos se gestionan al instante.
  • Sostenibilidad real: menos papel y plásticos, alineado con los compromisos ambientales de las cadenas hoteleras.

El ROI del etiquetado digital en buffets: datos que importan

El retorno de la inversión es tangible. Un hotel mediano puede ahorrar entre 3.000 y 5.000 € al año solo en materiales y tiempo de personal. La inversión inicial se amortiza en menos de 1 año en la mayoría de los casos. Además, hay beneficios indirectos:

  • Huéspedes más satisfechos: mejoran las reseñas online y la fidelización.
  • Menos incidencias: la información clara reduce riesgos y quejas.
  • Imagen innovadora: el hotel se percibe como moderno y sostenible.

Más allá de los números: confianza y experiencia

El ROI del etiquetado digital en buffets no se mide únicamente en euros. Los beneficios intangibles tienen un gran peso en la estrategia del hotel:

  • Confianza para el huésped, que sabe qué consume en cada momento.
  • Un equipo motivado, liberado de tareas repetitivas y centrado en la atención al cliente.
  • Una marca más fuerte, alineada con la innovación y la sostenibilidad.

Conclusión: una inversión que se amortiza sola

Digitalizar el buffet no es un lujo, es una decisión estratégica. El ROI del etiquetado digital en buffets demuestra que hablamos de ahorro real, eficiencia operativa y una mejor experiencia para el huésped. Una apuesta que se amortiza sola y marca la diferencia en un sector tan competitivo como la hotelería.